BUENOS AIRES: La mayoría de los sectores saludaron la medida anunciada por la presidenta, y que incluye a los productos de alta complejidad. Para el viceministro de Salud garantiza la transparencia del sector. Para Graciela Ocaña, hay que “cerrar la caja de las obras sociales”. El anuncio de la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner sobre la puesta en marcha de un plan de trazabilidad para medicamentos de alta complejidad tuvo una amplia reprecisión en el sector sanitario y político del país. Es que la preocupación por la denominada mafia de los medicamentos obligo al gobierno a tomar medidas respecto concretas, como la confirmada esta semana por la jefa de Estado. En este sentido, hubo en general buena repercusión por el anuncio, aunque también hubo algunas críticas al rol de las obras sociales en este proceso. Entre quienes saludaron la medida se encontró el viceministro de Salud de la Nación, Gabriel Yedlín, quien dijo que el denominado Programa de Trazabilidad de los Medicamentos “garantiza transparencia a obras sociales y financiadores”. Yedlín elogió el plan anunciado por el gobierno, al consideró que “va a ayudar a poder tener el registro de todo el movimiento logístico de los medicamentos en todo el país, especialmente los de alto costo”, vinculados a enfermedades como el SIDA, el cáncer y la hemofilia, entre otras. El funcionario afirmó que la implementación de ese sistema “nos va a permitir tener transparencia, tranquilidad a las obras sociales, a los financiadores pero sobre todo a los pacientes”. Por tanto, Luciano Di Césare, titular del PAMI, dijo que con el Programa de Trazabilidad de Medicamentos que anunció la Presidenta “se acabó la joda”, al considerar que será imposible comercializar remedios truchos. El funcionario consideró que el sistema que dispuso el gobierno nacional marca “un hito en la transformación de la salud pública con respecto al acceso al medicamento seguro y también se acabó la joda, porque va a ser imposible vender medicamentos truchos porque esto permite el control del ciudadano y de los organismos de aplicación” Por su parte, en el interior del país también hubo muestras de satisfacción por el paln de control de los remedios. Así lo dijo por ejemplo Hugo Navarro, presidente del Colegio Farmacéutico de Santiago del Estero. “El plan de trazabilidad de medicamentos consiste en garantizar no solamente la procedencia sino la conservación del medicamento, desde que sale del laboratorio hasta que llega al paciente”, dijo Navarro. “La falsificación de medicamentos es una realidad a nivel mundial y nuestro país no está exento. Por lo tanto, vemos como positivo toda medida que consiste en regularlo”, señaló el farmacéutico. Este plan controlará los medicamentos por unidad, desde que sale del laboratorio, luego pasando por la droguería, la farmacia, hasta llegar al paciente. En tal sentido, Navarro puntualizó: “Es un paso adelante para la salud a nivel país”. Por su parte, la ex ministra de Salud Graciela Ocaña le apuntó al rol de las obras sociales en este proceso irregular de compra y venta de medicamentos de alta complejidad. «Hay que cerrar la caja de las obras sociales para que sea el propio Estado el que compre los medicamentos y que las obras sociales hagan solamente la entrega en farmacias para evitar fraudes», afirmó la ex funcionaria. Cabe recordar que Ocaña renunció a su cargo en la gestión anterior luego de denunciar presiones de los sindicatos por este tema. “La Presidenta habló ayer del fabuloso poder de compra del Estado y nosotros habíamos propuesto que esa fabulosa capacidad del Estado sea ejercida en el caso de APE (la Administración de Programas Especiales)» dependiente del Gobierno, argumentó. «Por supuesto que esto sería cerrar la caja de las obras sociales, sería muy bueno, pero la Presidenta todavía no tiene la posibilidad de enfrentar los intereses de los socios políticas del Gobierno“